Ofidio : En la constelación de la víbora

El telescopio de exploración infrarroja de la NASA nos regaló esta increíble imagen de la estrella Zeta Ophiuchi atravesando una nube de polvo radiante a una velocidad superior a los 86.000 kilómetros por hora, respecto a las otras estrellas en aparente inmovilidad.

Las estrellas nos parecen como algo estático, casi fijo en el firmamento, respecto a los planetas. Sabemos que ese no es el caso. Estos gigantescos cuerpos celestes a menudo cruzan la galaxia a velocidades increíbles, formando partes de galaxias con movimientos especiales o empujados por algún evento estelar cataclísmico.

En el caso de Zeta Ophiuchi, los científicos creen que una vez formó parte de un sistema estelar binario, pero cuando su compañera se convirtió en supernova, Zeta fue disparada hacia el cosmos como una gigantesca bala de cañon.

A ojo desnudo, Zeta Ophiuchi aparece como un gran punto azul rodeado de muchos otros puntos azules, pero gracias al telescopio explorador infrarrojo de campo amplio de la NASA, podemos ver como esta estrella que tiene un tamaño 20 veces superior al del Sol se desplaza por el universo. Esperemos que no ocurran más casos como estos en la proximidad de nuestro sistema solar ya que semejante estrella sería, en trayecto de colisión, el final de nuestro sistema planetario.

A mí, sin embargo se me presenta una duda: como este sistema binario originario, pudo dejar atrás una estrella blanco azulada, veinte veces más grande que el Sol.

Generalmente, sabemos que quedan restos poco masivos, pero nunca gigantes blanco azuladas.

Realmente, no lo creo posible.

Prometo que pensaré en otra teoría más real.

por Manlio E. Wydler

11 respuestas a «Ofidio : En la constelación de la víbora»

  1. Veo Manlio que no te tomaste vacaciones, más cada vez leo más artículos.
    Muy buen blog, por todo lo que se lee de todos los autores.

  2. Me gusta este invento. Ojalá sea una forma barata de poseer luz. Sería el primer aparato atómico sin radiaciones nocivas.

  3. El problema no está en la teoría manlio, el problema es que Ud. no conoce mucho de astrofísica.

    Veamos: La estrella blanco-azulada es la que salió «disparada» cuando su compañera explotó en una SN. Esto pasa porque porque originalmente Dzeta Ophiuchii (que es la manera correcta de expresarse respecto a esta estrella) formaba parte de un sistema muy cerrado, con un baricentro excéntrico, por lo que solo un leve cambio en el momento angular del sistema provoca la «disparada» de la estrella compañera. Espero que le sea de utilidad.

  4. Pensamos que ese sistama muy cerrado, es otra suposición que debemos agregar.
    Si sumamos supuestos, el resultado puede ser cualquiera.
    Pienso como Manlio, que no hay que forzar tanto una explicación.
    La mayoría de los especialistas piensan que la estrella remanente siempre es muy pequeña. Recuerda?

  5. En el informe de La NASA, figura Zeta Ophiuchii; no me pareció una buena idea ser más papista que el papa.
    Los eventos en un duo estelar caracterizan simples N ( Novas) y no SN ( Supernovas) otro error del informe, que también parece que se le pasó.
    El tipo de estrella en cuestión denota una estrella bastante nuevita y el polvo que la rodea, bien pueden ser los escombros de su disco disperso ( no llegaron a formar planetas) por la misma fuerza que acelera a esta estrella.
    Creo que hay un agujero negro en el vecindario, que produce los fenómenos visualizados. Los agujeros negros son difíciles de distinguir, incluso en forma indirecta.
    Esta explicación es más plausible que la entregada por la NASA.
    De astrofísica posiblemente sepa poco; en realidad solo me falta leer su tratado Sr. Kosmos para completar mi formación.

  6. Esperemos que si una estrella tan grande viniese en nuestra dirección, podamos tener siglos para prepararnos y poder emigrar a otros sistemas planetarios

  7. Señor Manlio:

    La letra en cuestión -parte del alfabeto griego- forma parte del Catálogo de estrellas elaborado por Bayer en el siglo XVIII en base a las magnitudes aparentes de cda estrella. La grafía correcta de la letra explicitada entonces es Dseta o Dzeta, el genitivo Ohiuchii (lat.) indica su pertenencia a dicha constelación.
    Otro apunte: Ofiuco no es una Serpiente u ofidio, era el encargado de llevarla, otro nombre para el famoso Asclepio y la razón por la que el simbolo de la Farmacia sea una serpiente enrrollada en torno a una copa. Si no existiesen «papistas», muchas de estas tradiciones se deformarían y la gente terminaría creyendo que Ofiuco era de hecho una serpiente (o mejor una víbora como usted tituló) y que su estrella Dseta es en realidad una estrella Zeta, ambas pretensiones absolutamente erróneas y que creo que se deslizaron por un error de traducción.

    Ud. dice:
    «Los eventos en un duo estelar caracterizan simples N ( Novas) y no SN ( Supernovas) otro error del informe, que también parece que se le pasó».

    En realidad sé que los eventos de Novas DEBEN necesariamente involucrar un sistema binario, pero eso no implica que un evento de Supernova no pueda darse en un sistema de estas características. A lo que voy es que a usted le parecía raro que un acontecimiento de este tipo dejase atrás una estrella blanco-azulada. Explico: los límites propuestos por Chandrasekkar et al. y la observación estandarizada no solo no excluyen la posibilidad de un sistema de dos estrellas blanco-azuladas (jóvenes, como ud. dice), sino que ilustran meridianamente bien el por qué podemos -y de hecho encontramos- estas situaciones. Un ejemplo clásico lo constituye el cúmulo de las Pleiades, conformado por una centena larga de estrellas de clase espectral B. Lo demás es relativamente simple, las estrellas jóvenes y masivas (como usted bien lo señala) tienden a agotar rápidamente su combustible y dado el mismo límite de Chandrasekkar aludido anteriormente terminan explosionando.

    Se imagina entonces una de las estrellas de las Pleiades explodsionando como una Supernova? Probablemente sacudiría la nebulosa vestigial que rodea el cúmulo y MUY probablemente enviaría de paseo a varias de sus compañeras menores (una apostilla de la teoría del BB a mi entender). El resultado: un gran cúmulo de estrellas azuladas desperdigándose por el espacio a velocidades enormes. Todo un espectáculo!!.

    Sobre los «tratados», lo animo a que busque todo el material publicado, -disponible en formato digital- bajo el patronímico «William C. Keel» o por «Cielo Lunar» y tendrá acceso a una buena cantidad de artículos sobre Astronomía, especialmente la que concierne al arte de la observación y la metodología de investigación. Tambien accesará trabajos publicados en el Skeptical Inquirer o en varios sitios dedicados a el Esceptiscismo como disciplina científica. Probablemente deba Usted suscribirse a alguna de las páginas, le aseguro entonces que no será dinero mal invertido pues cada articulo está escrito por un profesional de dilatada trayectoria en el ámbito de la investigación -entre los cuales, (y dependiendo de sus credenciales y méritos) tal vez usted pueda contarse en un futuro-.

    Eventualmente podríamos intercambiar nuestros trabajos
    -si es que se dedica usted al mismo campo-. Y aquí es de rigor presentar una disculpa pues entiendo que le cayó mal mi reconvención acerca de sus conocimientos, que se nota son bastantes adecuados a la materia.

    Sobre las posibilidades de colisiones con el SS, no me parece que en nuestras cercanías hayan estrellas de las carcaterísticas indicadas más arriba, aunque tal vez me equivoque y usted tenga otra opinión, algo sobre lo que me gustaría leer.

    Un cálido saludo y a sus gratas órdenes.

  8. Es la primera vez que alguien me tacha de muy conservador en mis ideas científicas; siempre se han quejado que mis artículos son casi aventurados a la luz de la ciencia actual. Pero le pediría que vuelva a leer lo mio y notará que no se me ha escapado nada de lo más aceptado-pese a ser ex-seminarista y saber «algunas cosillas de latinazgos como algo del griego lenguaje»-.
    Con respecto a las Pléyades se que son casi 600 estrellas, no solo blanco-azuladas, sino amarillas , etc, hasta rojas enanas y alguna «Marrón» que podríamos añadir a la cuenta. Son todas demasiado jóvenes para producir algún evento como el por usted expresado.
    No me parece un buen ejemplo.
    De todas formas, agradezco sus comentarios y reconozco sus inquietudes.

  9. La verdad que de estrellas mucho no tengo conocimiento y por lo que puedo imaginarme, en cada estrellas como esas cuantos planetas pueden estar girando alrededor de cada una de ellas albergando formas de vidas desconocidas e inmortales

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