Un marinero portugués dio con el hallazgo de una misteriosa estructura piramidal, de unos 60 metros de altura y 8 mil metros cuadrados de base, sumergida en las profundidades oceánicas del archipiélago de Azores, en Portugal.
Diocleciano Silva, profesional veterinario y marinero experto, se encontraba realizando maniobras de rutina en el marco de la búsqueda de algunos navíos hundidos en la zona del Banco De João de Castro, cuando detectó una enorme formación piramidal en las lectura batimétricas -un procedimiento que muestra el relieve del fondo marino-, imposible de disimular por su tamaño, superior al de un estadio de fútbol. Para mayor sorpresa, Silva pudo constatar que se trataba de una pirámide perfecta, incluso alineada con los cuatro puntos cardinales, como la mismísima Gran Pirámide de Guiza, en Egipto.
La noticia no tardó en conocerse y tanto la comunidad científica como las autoridades gubernamentales de Portugal ya se encuentran investigando el asombroso descubrimiento, incluso con el apoyo de las Fuerzas Armadas. Desde luego, el hallazgo no puede menos que evocar a la mítica Atlántida, ya descrita por Platón en la antigüedad griega, y sobre la cual existen las más diversas controversias.