Varios cientos de langostas aparecieron varadas en los últimos días en la arena de la playa de Tijuana, en el noroeste de México, la mayoría de las cuales fueron devueltas al mar para salvarles la vida.
Se trata de langostillas rojas, un crustáceo decápodo conocido en otros países como piojo de mar. Algunas fallecieron en su intento por volver al mar y otras fueron víctimas de aves depredadoras.
La aparición de las pequeñas langostas sucede una semana después de que algunas medusas de la especie velero fueron encontradas entre las ciudades de San Diego (EE.UU.) y Ensenada (México) y a pocos días de que tres ballenas quedaron varadas entre las localidades de Tijuana y Rosarito.
También han sido encontrados lobos marinos, todo como consecuencia de la marea alta causada por el cambio climático.