Arqueólogos estadounidenses excavaron el pueblo Joya de Cerén, descubierto en la década de 1970 en El Salvador, y descubrieron un antiguo pueblo maya sepultado en ceniza volcánica durante siglos: hace más de 1.400 años un volcán destruyó dicha aldea y las cenizas volcánicas conservaron las casas, cultivos agrícolas y jardines de manera excepcionalmente efectiva.
David Lentz, profesor de la Universidad de Cincinnati, y autor principal del estudio, expresó que “No sólo nos encontramos con estos restos bien conservados, sino que los encontramos donde la gente los dejó hace más de mil años, lo que es realmente extraordinario (…) esto es fabuloso porque la gente ha debatido durante mucho tiempo sobre cómo hicieron todo esto los mayas. Ahora tenemos un ejemplo real”.
Entre otras apariciones sorprendentes, los investigadores mencionan la malanga, una raíz que los científicos no sabían, hasta hoy, que los mayas cultivaran. También se encontraron hierbas que ya no existen en la zona y una casa con más de 70 vasijas de cerámica. Y, como en todo gran hallazgo, no solo se enfrentaron a un descubrimiento preciso, sino posiblemente a una serie de descubrimientos encadenados: también encontraron un camino llamado “sacbé”, que Lentz seguirá con la expectativa de ser conducido a nuevos descubrimientos.
El Descubrimiento revela la antigua agricultura
Los científicos consiguieron dar su primer vistazo a una cocina maya, la que incluyó un jardín cuidadosamente cultivado.
“Nos dimos cuenta de que estaba plantado alrededor de las casas», dijo Lentz. «Esto es fabuloso porque la gente ha debatido durante mucho tiempo sobre cómo hicieron todo esto los mayas. Ahora tenemos un ejemplo real”.
Otro descubrimiento fue la malanga, una raíz relacionada con el taro, que los científicos no sabían que los mayas cultivaban. El equipo también encontró hierbas que ya no existen más en esa zona y una casa con más de 70 vasijas de cerámica.
Además, encontraron un camino pavimentado llamado “sacbé”, que Lentz tiene previsto seguir en el futuro, para ver si da lugar a otros descubrimientos interesantes.
“Fue difícil porque seguíamos descubriendo cosas que nunca habíamos encontrado antes en un sitio maya», dijo Lentz. “Eran simplemente invisibles a causa de la falta de conservación”.
“Internacionalmente, Joya de Cerén es considerado como uno de los tesoros del mundo”, agregó. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
“Lo que se encontró allí te da una idea real de cómo eran las cosas en el pasado y cómo los seres humanos las han modificado. Creo que lo que estamos aprendiendo de eso está revolucionando nuestro concepto de la antigüedad en Mesoamérica”.
Los hallazgos están ayudando a los científicos a entender la agricultura maya y cómo vivían con una población tan densa. La investigación fue presentada en la reunión anual de la Society for American Archaeology en Honolulu, Hawái.
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