Un cementerio prehispánico, con los restos de 25 personas, 17 de ellas menores de edad, fue descubierto en el municipio de Ónavas, en la sierra baja de Sonora, informó la arqueóloga, Cristina García Moreno.
Señaló que las personas ahí enterradas habrían habitado en esa región del sureste de la entidad entre los años 900 y 1200 D.C. García Moreno, directora del proyecto de investigación, que es realizado por la Universidad Estatal de Arizona, Estados Unidos, con aprobación del Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), precisó que a 300 metros de la citada población de Onavas, se registró este descubrimiento, mismo que representa el primer cementerio prehispánico en la entidad.
«Tiene alrededor de mil años de antigüedad y se conforma de entierros de 25 individuos, 13 de los cuales presentan deformación intencional del cráneo, y cinco de estos también tienen mutilación dentaria, prácticas culturales similares a las de grupos prehispánicos del sur de Sinaloa y norte de Nayarit, que no se habían registrado en el estado», explicó.
Detalló que algunas de las osamentas encontradas portaban ornamentos elaborados con conchas y caracoles de la región del Golfo de California, como brazaletes, una nariguera, aretes, pendientes y collares de cuentas de concha. Agregó que un individuo fue enterrado con un caparazón de tortuga colocado a la altura del abdomen.
Dijo que uno de los aspectos relevantes es la evidencia de costumbres que no se habían registrado en los antiguos grupos culturales de Sonora como la deformación craneal (frontal occipital) que se aplicó a 13 individuos del Cementerio y la modificación mediante el desgaste de la parte lateral de las piezas para darles la forma de «V».
García Moreno indicó que el cementerio prehispánico no pertenece a grupos mesoamericanos migratorios, sino a uno sedentario que tuvo un desarrollo local y que en algún momento de su historia entabló contacto con Mesoamérica e incorporó algunas ideas a su cultura.
En Costa Rica se encontró un cráneo de estos según publicó un diario de por acá hace unos meses atrás, lo que amplía el misterio de esta costumbre tan antigua en tantas partes del mundo, practicado por gentes y por culturas que nunca tuvieron contacto entre si (supuestamente).