Los Registros Akáshicos

Trataré en este artículo de dar una interpretación mucho más actualizada del saber akáshico, tomando la explicación antigua más certera (Blog “Los despiertos”).

Se dice que la primera persona que utilizó la palabra Akáshico- palabra sánscrita, que denota lo celestial, propio del espíritu celestial-, fue la médium británica Annie Besant (1847-1933) para referirse a los archivos de la naturaleza, donde se encuentra registrado todo lo que ha acontecido desde el inicio de los tiempos. Esto quiere decir Inteligencia universal, producida por la sinergia de todos los vivientes de todos los tiempos.

De acuerdo a nuestra interpretación, la historia de todo lo que ha acontecido desde los inicios de nuestro universo y la historia de todos los infinitos universos (Multiversos), que se han manifestado desde las más recónditas profundidades de la eternidad, (Sin principio ni fin) es una información que forma parte, de manera intrínseca, de la conciencia del eón o del dios absoluto (Hoy, solo de la Conciencia Universal, que es lo que es).

Todo evento, todo suceso, por insignificante que sea, queda grabado en forma clara, nítida y detalladamente en la memoria de la Memoria e Inteligencia Absoluta.

El Absoluto se entiende por la sumatoria de todos los aportes generados por los vivientes. Continuar leyendo «Los Registros Akáshicos»

Saber es no creer…

Muchas veces me preguntan, como si fui seminarista hoy no creo en dios, o al menos en una religión.

Solo atino a contestar con preguntas:

  • ¿Porqué las cosmogonías modernas no necesitan de un hacedor?
  • ¿Porque nada razonable incluye la idea de la deidad?
  • ¿Porqué en las relaciones causa y efecto, desaparece la noción del pecado?
  • ¿Porque es raro encontrar un científico de fuste que en la privacidad se declare creyente?
  • ¿Porqué las religiones en su mayoría, ni quieren oír hablar de terapias de vidas pasadas?
  • ¿Porqué las iglesias están vacías?
  • ¿Porqué a mayor ignorancia más fanatismo?
  • ¿Porqué los servicios religiosos son casi totalmente escuchados por viejas matronas?

Hay un puñado más de preguntas, pero contestando estas, sabrán certeramente, porque saber nunca será creer.

Es así que el creacionismo está muriendo, el Islam es fenómeno de fanatismo y terrorismo y la Iglesia cristiana tiene en el actual Papa, a su último exponente, vaticinado por dos creyentes: San Malaquías y Nostradamus.

He hecho la regresión a las vidas pasadas, experiencia siquiátrica, científica y verificable en sus curaciones y en sus revelaciones, en tanto las vidas anteriores se hayan vivido en lugares muy civilizados, con registros diversos y construcciones, ropajes y objetos verificables.

En nuestro espacio-tiempo, nuestras acciones se desarrollan dentro de la férrea causa y efecto. No hay lugar para “premios y castigos” que relatan las religiones. Nuestro accionar es otra cosa, con todas las implicancias que esto conlleva.

La conexión con el llamado libro akáshico, permite expandir la mente a otras dimensiones, más allá de las frecuencias, y mucho de lo que se recoge, son revelaciones que al pasar el tiempo, van sucediendo. (Dentro siempre de la mayor o menor habilidad del humano que pregunta.).

Sin embargo, aquí tampoco hay un dios, ni esperamos que exista, porque no es necesario, porque de existir, no sería perfecto, nuestra existencia coarta la perfección de todo. La creación sería un acto de imperfección invalidante, en fin, se lo mire por donde se lo mire, la noción de dios, ya no tiene cabida.

por Manlio E. Wydler

La lectura de los Registros Akashicos

Durante los últimos años he escrito sobre mis lecturas del Libro Akáshico. Algunos de ellos se encuentran en este mismo blog de Asusta2, a saber: Tiempo de Reflexión: ¿Hacia donde vamos?, Temperaturas Cálidas y Glaciaciones, Cosmogonía, ¿Un Universo gemelo antes del Big-Bang?, Yo, Abducido, Ideas sobre los Takiones, El teorema de Fermat, Pensamientos y experiencias acerca de la Gravedad, La desaparición de los Dinosaurios, Nueva Teoría, Las cosas no siempre son lo que parecen, Encuentros cercanos del Cuarto y Quinto Tipo, en fin, casi no hay artículos míos, que no posean algo de lectura akáshica.

Generalmente el tema es elegido como un «dejà-vous», que luego completo con sueños o ensoñaciones, lecturas explícitas buscadas de ex profeso en el libro akáshico y redondeando todo con la documentación posible de encontrar en los medios tradicionales modernos.

Esto es lo fácil actualmente, gracias a la computadora, que nos permite no equivocarnos en cosas y temas que ya figuran en el conocimiento colectivo.

Esto es importante, para que ciertas habilidades mediúmnicas y “sanadoras”, de ciertos personajes, no se frustren, obnubilando conocimientos, que se desnaturalizan, por nuestra humana incapacidad.

Por ejemplo: Egdar Cayce ( 1877-1945) que fue uno de los psíquicos más célebres de Estados Unidos, ya que se supone que poseía facultades de clarividencia y percepción extrasensorial, Entraba en estado de trance auto-hipnótico durante sus llamadas «lecturas» (readings) y respondía a las preguntas de un individuo. Estas lecturas mencionaban, la salud física del individuo en especial-por su amor a lo social-. Fue un gran investigador de la reencarnación por medio de regresiones a vidas pasadas.

Sin embargo, nuestros propios conocimientos y lo que los Seres de luz permiten revelar, pueden dar enormes errores en los contenidos revelados.

Las versiones escritas al dictado, de todo lo que refería en sus lecturas del libro akáshico, en materia de sanidad, son acertadas en un 90 %, algunos fueron hechos milagrosos, pero en materia religiosa son contrarias a lo que hoy los Seres de Luz permiten saber. En materia de Historia diría que mucho de lo por el explicado, es al menos extravagante. (No voy a ahondar aquí sobre estos temas tratados por Edgar Cayce, pero prometo, si, hacerlo más adelante).

Sobre el Libro Akáshico, hay muchas explicaciones en Internet, pero que a poco de leerse, se encontrarán en ellos, muchos desatinos, achacables siempre a los que tratamos estos temas, la mayoría con buenas intenciones y otros, buscando glorias harto efímeras.

por Manlio E. Wydler