Fenómenos paranormales

Paranormal es el nombre o adjetivo, que se utiliza para calificar aquellos fenómenos que contradicen las leyes naturales. Bajo ese término se agrupan también las disciplinas que intentan estudiarlos.

Las características que mejor describen éste tipo de sucesos es la que generalmente se utiliza en la literatura científica, implementada por James E. Alcock en el año 1981: El autor define un fenómeno paranormal como aquel en el que se encuentran presentes los siguientes enunciados:

  • No se puede explicar en términos de la ciencia actual
  • Únicamente se puede explicar mediante una amplia revisión de los principios de base de la ciencia
  • No es compatible con la norma de las percepciones, de las creencias y de las expectativas referentes a la realidad.

Ejemplos de presuntos fenómenos paranormales son los Poltergeist, la telepatía (o lectura del pensamiento de otra persona), la psicoquinesis (o capacidad de mover objetos con la voluntad pero sin tocarlos), la adivinación en sus múltiples formas, la comunicación con los espíritus, la percepción extrasensorial (que puede incluir a algunas de las anteriores), presencias de fantasmas, posesiones, reencarnaciones y otros presuntos fenómenos sobrenaturales post-mórtem, así como disciplinas y pseudociencias como la astrología, la lectura del Tarot y otros oráculos, la brujería, la magia y el esoterismo, medicinas alternativas y movimientos tales como el teosofismo y el New Age así como ciertas creencias orientales adaptadas al mundo occidental.

Una definición más amplia puede incluir:

El número de presuntos fenómenos es casi inagotable:

Investigación y métodos:

La investigación de los fenómenos paranormales, es a menudo complicada, por ser difícil de explicar en el ámbito de las normas científicas existentes o las teorías conocidas actualmente. A pesar de esta dificultad, existen algunos estudios sobre lo paranormal que son periódicamente realizados por investigadores de diferentes disciplinas en varias universidades. La investigación de lo paranormal es en gran parte realizada en el campo multidisciplinario de parapsicología.

Aunque la parapsicología tiene sus raíces en investigación anterior, se comenzó a utilizar el enfoque experimental en la década de 1930 bajo la dirección de J. B. Rhin (1895 – 1980). Rhin popularizó una metodología con la utilización de una serie de tarjetas con unos símbolos determinados, y dados especiales para experimentos en el laboratorio, con la fin de poder encontrar una correlación estadística de la percepción extrasensorial.

En 1957, en EE. UU. fue fundada la Parapsychological Association para el estudio organizado y sistemático de los fenómenos de este tipo. En 1969, fue admitida en la prestigiosa Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia. Esa afiliación, junto con una apertura mayor hacia los fenómenos psíquicos en la década de 1970, dio lugar a un aumento de la investigación parapsicológica. Durante este tiempo, otras organizaciones con el mismo fin también se fundaron, entre ellas la Academia de Parapsicología y Medicina (1970), el Instituto de Paraciencia (1971), la Academia de Religión e investigación psíquica, el Instituto de Ciencias Noéticas (1973), y la Asociación Internacional de Investigación Kirlian (1975). Cada uno de estos grupos realizaron experimentos sobre temas paranormales en diversos grados.

Diversos trabajos Parapsicológicos se realizaron también en el Instituto de Investigación de Stanford durante este tiempo. El estudio de lo paranormal se encuentra en general con la dificultad de estudiar cientificamente el fenómeno, aunque en algunas universidades es estudiado usando métodos experimentales; esa dificultad causa que todavía no se encuentra dentro de ningún campo aceptado por la mayoría de la comunidad científica. Los presuntos fenómenos son por tanto difíciles de caracterizar y explicar incluso si se suponen reales.

Actualmente la psicología mayoritariamente no se adhiere a los postulados de la parapsicología. En 1978 el catedrático de psiquiatría checo Stanislav Grof, radicado en EE. UU., funda la «Asociación Transpersonal Internacional» impulsando el estudio y la investigación de los estados modificados de la conciencia. Su aporte a la Parapsicología ha sido básicamente el concebir la conciencia humana, no sólo como un mero producto de nuestro cerebro, sino como algo que puede existir de un modo transmaterial, y que trascendería por tanto los límites del tiempo y del espacio. Los fenómenos paranormales, mediúmnicos y místicos tendrían por tanto cabida para estudio en este nuevo modelo de la psique humana que ha desafiado los postulados establecidos por la ciencia convencional.

Diversos estudiosos de los fenómenos paranormales han intentado desarrollar metodologías de estudio más o menos formales. Entre dichas metodologías se pueden distinguir las siguientes.

La opinión científica:

La mayoría de los científicos se muestran escépticos o afirman que no existen fenómenos paranormales: según ellos, estos presuntos fenómenos no son observables de una forma sistemática y repetible, con lo que es imposible aplicarles el método científico. Las críticas principales han sido consignadas en el apartado de metodología: sesgo del observador, ausencia de repetibilidad y falsibilidad, recolección de datos poco sistemática, evidencia anecdótica, diversas falacias lógicas, subjetivismo. A esto se añade el famoso principio popularizado por el astrónomo Carl Sagan, en el sentido de que «afirmaciones extraordinarias requieren evidencia extraordinaria». Es decir, una afirmación que se sale de lo común, como por definición es cualquier afirmación sobre un fenómeno paranormal, no puede ser creída a menos que la evidencia en favor de dicha afirmación sea abrumadora.

En el mismo sentido, los escépticos acusan con frecuencia a los estudiosos de lo paranormal de adolecer de una excesiva credulidad, tomando como verdaderas todas las afirmaciones paranormales sin someterlas a la menor crítica, o directamente de ser charlatanes, de intentar engañar al público con un propósito espurio, típicamente económico.

En todo caso, según los escépticos, sí cabe una posibilidad de considerar los presuntos fenómenos parapsicológicos en el campo de la ciencia: dentro de la psicología individual y social, no tanto como fenómenos reales sino como estudios en la percepción y en el desarrollo de creencias.

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