El enigmático Triángulo de Alaska

Con toda seguridad, estás al tanto del Triángulo de las Bermudas. Es muy posible que hayas oído acerca de un lugar parecido en el espacio, sobre territorio de Brasil (Al respecto, te sugerimos leer nuestro artículo «El Triángulo de las Bermudas del Espacio»). También sobre Alaska hay una extensión geométrica de lo más misteriosa, conócela en 5 notas.

Un triángulo escaleno

A diferencia del Triángulo de las Bermudas, que es aproximadamente equilátero (los tres lados iguales) y del Triángulo de las Bermudas del Espacio, que no se sabe exactamente qué forma tiene y ni siquiera sí es triangular, el Triángulo de Alaska es escaleno, es decir, tiene sus tres lados de diferente longitud.

Sus tres vértices

Los tres puntos que, unidos, forman el Triángulo de Alaska, son Anchorage, Juneau y Barrow. Entre las ciudades estadounidenses con más de cien mil habitantes, Anchorage es la que está más al norte. Con sus casi 300 000 habitantes, las áreas metropolitanas contiguas de Anchorage y Borough de Matanuska–Susitna, forman la mayor concentración humana del estado. Juneau es una pequeña ciudad de poco más de 30 000 habitantes, que, sin embargo, es la capital del estado de Alaska y lleva el nombre de Joseph Juneau, un minero que encontró oro en el lugar en torno a 1880. Barrow es el lugar poblado que está más al norte en el continente americano, excluyendo islas, siendo el equivalente a la ciudad argentina de Ushuaia en el lado sur. Barrow es conocida por ser escenario de los comics de terror 30 días de oscuridad.

Un espeluznante índice de desaparecidos

La tasa de personas desaparecidas en el Triángulo de Alaska es 16 veces superior a la registrada en el resto de Estados Unidos. Incluso los científicos más audaces van a investigar al territorio con algo de preocupación. La zona tiene una intensa actividad geológica y sísmica, y repentinamente las brújulas enloquecen. Se registra una desaparición por mes, trátese de personas que andan a pie o de vehículos tripulados. La desaparición de aeronaves podría tener su explicación en las difíciles condiciones para volar, pero surge la pregunta ¿Y por qué en zonas tanto o más complicadas no ocurre lo mismo con tanta intensidad?

Los indígenas conocen el misterio desde hace mucho

Los indios norteamericanos no andaban con brújulas, al menos durante largo tiempo, pero saben desde épocas inmemoriales que en ese territorio suceden cosas raras. La tradición esquimal y otras culturas autóctonas están llenas de leyendas sobre el lugar.

Las causas están a oscuras

Quizá el exceso de claridad, al menos durante una parte del año, esté contribuyendo a la ocurrencia de los oscuros fenómenos que se producen en el Triángulo de Alaska. El sol baña casi permanentemente el territorio durante tres meses al año y se cree que hay una mayor actividad electromagnética que es la causante de las anormalidades. Pero no es una explicación muy convincente, ya que las desapariciones no se detienen durante los largos meses de invierno. Otra hipótesis que se ha aventurado es la posición del territorio sobre la confluencia de dos placas tectónicas; este razonamiento también tiene su flanco débil, ya que justificaría una mayor actividad sísmica pero no por si solo un índice de desapariciones tan elevado.

 

 

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